Mónica Balo González

Instagram: @monicabaloglez
Facebook: Mónica Balo
Web: www.monicabalo.com
EN CAMINO DESDE EL CORAZÓN
“Nací en Santa María de Donramiro, una parroquia del municipio de Lalín situado en el centro geográfico de Galicia perteneciente a la provincia de Pontevedra.
Soy Catedrática de Música y Artes Escénicas en la especialidad de Improvisación y Acompañamiento en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.
Empecé a estudiar Música en el Conservatorio de mi pueblo y más allá de una profesión, se convirtió en mi modo de vida. Comencé a impartir clases de Música a los 16 años mientras continuaba mis estudios. Fue entonces cuando sentí mi vocación por la enseñanza, una vocación muy profunda unida a una increíble capacidad para transmitir los conocimientos de un modo natural, progresivo y sencillo, muy diferente a como me los habían transmitido a mi como estudiante.
Compatibilizar estudios y trabajo es una tarea ardua ya que requiere una dedicación diaria de muchas horas, entrega, disciplina, constancia, resiliencia, etc. No obstante, la gran pasión que siento por este arte es tan grande que me permitió gestionarlo todo con gran eficacia.
Diez años después, y con una cantidad importante de alumnado estable, puse en marcha una Academia de Música. No fueron pocas las dificultades que encontré en esta aventura. No era habitual que una mujer joven, soltera e independiente tomase determinadas decisiones incluso a mi familia le preocupaba ese temperamento tan atrevido y arriesgado. En esos momentos fue fundamental la autoconfianza y la capacidad de saber que saldría adelante a pesar de todo.
La Academia alcanzó un gran éxito al formar a muchos músicos profesionales que, hoy en día, han dedicado sus vidas a este maravilloso arte. Tengo suerte de mantener contacto e interactuar con ellos.
Una de las anécdotas curiosas que puedo destacar es la costumbre que tenían algunos comerciales cuando entraban en mi empresa y preguntaban por “el jefe”, muestra del tipo de sociedad en la que estaba inmersa y con la que nunca me he identificado.
La dirección de mi empresa la combinaba con viajes a Madrid para recibir clases de la Catedrática de Solfeo Ana María Navarrete Porta, que fue siempre mi gran inspiración y una persona muy relevante en mi vida.
Años después conseguía la primera plaza en las Oposiciones al Cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas lo que me obligó a compatibilizar ambas tareas durante un tiempo. Un año después fue requerida para poner en funcionamiento el Conservatorio Profesional de Música de Santiago de Compostela lo que añadía una nueva dificultad a las tareas que venía realizando. No obstante, sería dos años después cuando la Academia cerraría sus puertas definitivamente al no poder compatibilizar la empresa con mi nuevo puesto de Asesora de Música y Artes Escénicas en la Xunta de Galicia.
Poco después, me trasladé a Madrid para ocupar el puesto de Asesora de Música y Artes Escénicas en el Ministerio de Educación, Política social y Deporte. Trabajar rodeada de políticos no es nada sencillo ya que los puntos de vista nunca coinciden. Gestionar la frustración es un aprendizaje de altos vuelos que nos permite mejorar nuestra paciencia, autocontrol y sabiduría ante los diferentes retos. De este modo, las dificultades son las únicas que consiguen mejorarnos como personas si sabemos aprovechar esos momentos para analizar nuestras propias reacciones y no victimizarnos o convertir a los demás en culpables de nuestras situaciones lo cual es mucho más simple que la propia observación.
De mi etapa como empresaria destacaría el gran aprendizaje que obtuve en mi relación con un entorno que, si bien mostraba una gran afición musical, no contemplaba el estudio de la Música como una verdadera profesión lo que le restaba el valor que realmente le infiere sobre todo porque yo era un ejemplo vivo y destacado de las posibilidades profesionales de esta magnífica profesión. Además, esta Academia de Música fue la primera escuela privada del pueblo y contribuyó a formar a jóvenes y mayores en una disciplina artística que fomenta la comunicación entre personas, la interacción y la convivencia junto con todos los beneficios físicos y psicológicos que tiene la Música y que, actualmente, ya están demostrados científicamente.
A nivel personal, fui consciente de la poca confianza que se vierte sobre las mujeres y sus capacidades en esos entornos rurales que, en muchas ocasiones, se tratan como mano de obra barata y se condenan a labores de atención y cuidado de todos los que las rodean sustrayéndole su autoestima y condicionando su futuro en aras de intereses personales y familiares. A mi modo de ver, el gran valor de la mujer es proporcional al grado de anulación de su personalidad complicándose este hecho con las costumbres y modos de pensar de las madres sobre sus hijas. Romper ese apego y vínculo es realmente muy difícil, supone un trabajo interior de gran calado para llegar a descubrir realmente quienes somos y las capacidades reales que tenemos. A mi modo de ver, hoy en día se sigue cuestionando que una mujer tenga aspiraciones profesionales por encima de las decisiones clásicas de vivir en pareja y tener descendencia o por encima de los deseos de padres o familiares. La sombra de la sospecha siempre persigue a este tipo de perfiles vitales.
Todo ello influye y afecta a la vida personal y de pareja ya que todo el mundo crea unas expectativas arraigadas en la sociedad que nada tienen que ver con el desarrollo personal y con la felicidad. Complacer a la sociedad es el camino equivocado, creer en nosotras mismas y luchar por nuestras metas es la verdad y la verdad nos hace libres. Por ello, la persona que nos acompañe en nuestro camino tiene que ser un/a verdadero/a compañero/a que esté dispuesto a viajar con nosotras y colaborar en los proyectos de ambos miembros de la pareja en lugar de frenar las expectativas y luchas de la mujer como ocurre en tantas ocasiones.
Desde mi punto de vista, una buena líder es aquella que se conoce a sí misma y ese conocimiento lo extiende a su alrededor. Si no hay un conocimiento propio nunca se podrá entender al otro. Ese conocimiento nos permite extraer de los demás lo mejor de cada uno y potenciarlo con el fin de desarrollar ese aspecto tan positivo y natural en el otro y consiguiendo que sea feliz desarrollando un desempeño. La motivación es la base de la excelencia.
Mi consejo para las mujeres que quieran emprender e invertir en su propio negocio es que crean en sí mismas, que eviten complacer a los demás, que fijen límites positivos y que fomenten y confíen en su instinto y en su intuición. La verdad está dentro de nosotras y no fuera. Y, sobre todo, que nunca se vendan a nadie por muy tentadora que sea la oferta así mantienen su dignidad y su valor por encima de todo. La inmediatez de los resultados puede, en ocasiones, atraernos y hacernos sucumbir a la tentación fácil pero a la larga sus frutos son negativos y frustrantes. Siempre en pie, nunca de rodillas.
Otro aspecto fundamental, desde mi perspectiva, es aprovechar las dificultades que se nos van presentando, como señales para continuar con nuestro proceso de crecimiento personal y profesional y no como acciones que nos debilitan y hunden nuestras expectativas.
Mi legado para las nuevas generaciones se enfoca en el ámbito de la educación musical y, en la actualidad, específicamente, en mi Cátedra de Improvisación y Acompañamiento. Los estudios de Música a nivel profesional son extremadamente exigentes donde se observa un alto nivel de competitividad y se utiliza, a menudo, la comparación entre alumnado lo que implica un nivel de estrés y de frustración muy elevado con constantes desequilibrios emocionales. Un buen número de docentes no ha sabido canalizar todas estas emociones y las transmiten a su alumnado generándose comportamientos cíclicos y repetitivos que mantienen y consolidan esas frustraciones a largo plazo. Por ello, uno de mis objetivos en el ámbito de la docencia es cambiar esta tendencia tóxica por aquella que se enfoque en el disfrute de la Música sin presiones ni competitividad, de un profundo autoconocimiento y sanación de aquellos aprendizajes negativos que hemos vivido en el pasado, de una importante generosidad hacia el alumnado compartiendo todos nuestros aprendizajes y experiencias y de un estudio profundo de cada individuo que potencie el talento natural de cada persona. Con esta macedonia de propósitos conseguimos unos resultados altamente satisfactorios dejando una impronta muy profunda en nuestro alumnado tanto a nivel profesional como a nivel personal.”

