La melodía de Inma

Siempre desde pequeña, Inma, había sentido una conexión especial con la música. Podía pasarse horas escuchando las antiguas cintas de vinilo de sus padres, que le llegaban directamente a lo más profundo de su corazón. Las oportunidades para aprender y desarrollar su talento musical en un pueblo tan pequeño eran escasas.

Inma era, en la escuela, conocida por su timidez. Con frecuencia en el desván se refugiaba, donde encontraba consuelo en los libros y la música, que en su viejo reproductor de casetes podía escuchar.

Un día explorando los rincones del desván, encontró unas cajas polvorientas, detrás de las cuales descubrió un piano abandonado, cubierto por una manta.

Con mucha curiosidad, y sin saber tocar, Inma se sentó y presionó una tecla. Cuando el sonido resonó, algo despertó en su interior y así comenzó a experimentar intentando recrear melodías…