Faltan 3 días
Un buen día se atrevieron a empezar a darle forma a su proyecto,
cada una de ellas con una experiencia vital diferente,
con sus debilidades y con sus fortalezas.
Tan solo coincidía en ellas, el coraje y la decisión para afrontar un cambio en su vida.
Se permitieron empezar a ver lo que ocurría a su alrededor con otra mirada, desde otro punto.
Y así pudieron darse cuenta de que las cosas más importantes estaban siendo secundadas.
Este fue el inicio de una nueva etapa en sus vidas. Llevaban mucho tiempo valorando cómo hacerlo.
Por el camino, se encontraron a mayores, con circunstancias sobrevenidas;
y se vieron obligadas a salir de su zona de confort.
No cabe duda que hubo momentos en los que la incertidumbre y el pánico se hicieron notar mucho más.
Lo bueno de esto es que les permitió empezar a utilizar recursos que ellas pensaban que no tenían.
Y así, se iba conformando un nuevo AUTOCONCEPTO de cada una de ellas.
Empezar a diferenciar las expectativas ajenas y los anhelos propios,
y decidir en qué área querían ponerse a trabajar y centrar todo su esfuerzo.
Tuvieron que embarcarse en caminos que jamás habrían pensado tomarían,
y entender desde otro lugar, con otro enfoque, la importancia del asociacionismo, del grupo, de la unión,
ya que eran conscientes de que sacar lo mejor de una misma, casi nunca se consigue de manera aislada.
Pertenecían a diferentes sectores, profesiones varias, multitud de diversas tareas en las que cada una daba lo mejor de sí. Dejar de formar parte del tejido empresarial o volver a incluirse en él después de mucho tiempo dedicado a otras faenas, maternidad, etc,
te lleva a situaciones complicadas que no quisieras afrontar. La realidad es que te ves obligada a ello ahora.
Reconocer y admitir heridas del pasado que todavía “duelen”, es un buen punto de partida para empezar a sanarlas definitivamente.
Y desde ahí, darte el permiso para seguir construyendo: más y mejor,
y para darte a ti misma lo que llevas toda la vida reclamando a los demás, como si estos tuvieran la obligación de dártelo.
El mayor descubrimiento es que la única responsable de tu vida eres tú.
Hoy toca valorar todos los aprendizajes que te han aportado las circunstancias más adversas que has tenido que encarar en los últimos años.
Así, tienes la capacidad de descubrir algo nuevo de ti, gracias a esas adversidades.
Aprendes a tranquilizarte y a depositar esperanza y un mayor compromiso por tu parte en cada amanecer.
De repente te ves líder de un equipo del que quieres sacar únicamente lo mejor,
y descubres otros talentos y potencialidades para aunar y cohesionar en el grupo de trabajo.
La palabra clave es: sinergia, y el objetivo a conseguir: optimizar y mejorar los recursos en aras de alcanzar el resultado previsto.
Esto no va reñido con la capacidad de aprovechar ese contexto para que vuestra creatividad aflore,
en un lugar donde los “para qué” están muy definidos, así como la misión y el propósito a llevar a cabo de cada una de vosotras.
Se dedica un tiempo a la autoevaluación en base a los resultados planteados.
Después del esfuerzo, permitirte y permitir a esa niña que llevas dentro disfrutar al máximo,
y dar la bienvenida a esa capacidad que te hace sentir especial y única, y con la que decides hacer algo más a partir de ahora.
Programas AAA
(Autoconcepto, Autoestima, Asertividad)
Coaching para MUJERES
(Para las que llevan el delantal puesto todo el día, las que no consideran que sus talentos sean nada especial, las que trabajan en el campo, las madres de familia, algunas de ellas también abuelas, las ejecutivas, las emprendedoras, las que dirigen equipos de trabajo o las que atienden detrás del mostrador, las que dedican su tiempo a cuidar a otr@s, las que se sienten satisfechas de sus logros si bien están en un momento de cambio, sin olvidarme de aquellas que buscan fuera lo que no se permiten dar a sí mismas: valoración, respeto y amor).
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