El talento de Euri Castillo

Tras una experiencia de muchos años en el periodismo de su país, Venezuela, en Galicia, donde reside desde hace 17 años, ha visto cumplido uno de sus sueños: vivir otra realidad, la de otro país con otros códigos y otras costumbres. Es lo más parecido al sueño imposible de vivir otras épocas. El resultado, dice, es el de una realidad que se expande en experiencias, puntos de vista y avances en el tiempo. Todo es camino de crecimiento. Actualmente trabaja en el proyecto DMA Advisory, en gestión de la comunicación, con la misión de construir relaciones de calidad entre empresas y entorno.

-Yo me siento una mujer-comunicación, me siento intensa en esa área que es mi vocación pero además, es mi manera de estar en el mundo. Me gusta entender a la gente y ser capaz de representarlos. Pienso que esa habilidad me caracteriza bastante a mí. Mi objetivo es seguir desarrollando este don.

-En una ocasión un entrevistado me dijo que tengo la capacidad de sentir hondo, entender alto y hablar claro. No sé si lo consigo siempre, pero lo intento.

-Estoy en un proyecto que lleva año y medio de recorrido, DMA Advisory. Aún está en desarrollo y lo estará siempre pero entusiasmados con la idea de aportar a la productividad del país.

-Me siento muy a gusto en Galicia, a gusto con la efervescencia que empiezo a notar a mi alrededor. Veo lo que no hubo en estos años de crisis: una especie de despertar de la gente hacia nuevas formas de crecer, trabajar, vivir. Creo que se va entendiendo que no siempre se trata de cantidad sino de calidad de vida. Pero a pesar de esto, extraño la cultura empresarial que viví en Caracas. Ese clima motivador para el trabajo comprometido.

-La conversación con una persona interesante me renueva y pienso que en realidad todos, hasta la persona más humilde es interesante. Cuando hablas con una persona sinceramente mientras tomas una taza de buen café o una copa de vino, hay un trasvase muy enriquecedor de emociones, ideas y experiencias.

-Me gustaría ser un lápiz, un bolígrafo. Algo capaz de crear un mundo entero desde cualquier rincón perdido.

-Pienso que es fundamental organizar el tiempo, uno de los capitales que más nos igualan. El tiempo es un capital vital que se puede invertir o agotar, cómo lo empleemos depende de cada uno. Me gustaría domesticarlo más.

-Eso es enero. Pues me gustaría decirme: ¡a ejecutar el plan! tras un 2015 exitoso y un nuevo año con objetivos más específicos. En DMA todavía estamos en esa fase plena de desarrollo de proyectos.

-La gente me busca porque les contagio entusiasmo y porque les escucho con atención. Al menos eso me han dicho y he observado.

-Capacidad de adaptación, fluir hacia formas más abiertas de entender la vida y siempre, siempre por delante la honestidad.

-No tengo miedo, me produce entusiasmo todo lo que hago. Sólo me falta tiempo, o me sobran metas. Una de las dos las tengo que racionalizar.

-Un mensaje para desearme un buen día, fue muy simpático.

-Difícil, soy minimalista en mi vida, sencilla, tengo lo imprescindible y me he desecho de muchas cosas que no eran importantes. Pero ya puestos, tiraría los cuchillos de cortar carne: me gustaría alimentarme de vegetales.

-No pienso que me gustaría ser diferente. Pienso que nacemos con determinadas competencias y adquirimos determinados conocimientos. Es importante conocernos a nosotros mismos para saber sacar partido de nuestras fortalezas. Apostar por ello. Bueno, unos centímetros más me habrían venido bien.

-Pienso justamente, que todos debemos llevar a la máxima plenitud nuestras cualidades y educar nuestras carencias. Si sabemos sacar partido de lo que somos, hasta un jorobado puede llegar a ser el protagonista de la película.