No podemos cambiar las circunstancias externas, únicamente somos responsables de la actitud que mostramos y con que nos enfrentamos a las mismas. De esto depende depende que obtengamos uno u otro resultado. Hay por tanto una co-relación directa entre la manera en que reaccionamos a lo que ocurre y los infinitos resultados obtenidos de esas variables. Entender la definición de la pro-actividad, como precursor de un cambio, una diferente actitud (que no impasividad y queja) ante lo que nos ocurre, sino el plantearse un amplio abanico de posibles soluciones y maneras de seguir avanzando aún con todo lo que la vida nos ofrece.

Albergamos en nosotros los recursos que podemos aún desarrollar y que nos facilitarán el mejorar en nuestra calidad de vida y de relaciones

Estamos tan inmersos en nuestra rutina diaria, y en lo que hasta ahora hemos hecho o lo que nos ha sucedido, que no nos sentimos muchas veces merecedores de conseguir y permitir qué cambios positivos lleguen a nuestra vida. De perder el miedo al éxito en base a algunas experiencias negativas del pasado, que nos indican por encima de todo, que “donde está la oscuridad, también está la luz.”