El que siembra, recoge
Buen camino Toni Falconi.
Gracias de Co-Razón por estas reflexiones que nos compartes.
Parábola del sembrador
(Mt 13,1-9)
Quel giorno Gesù uscì di casa e sedette in riva al mare. Si radunò attorno a lui tanta folla che egli salì su una barca e si mise a sedere, mentre tutta la folla stava sulla spiaggia.
Egli parlò loro di molte cose con parabole. E disse: «Ecco, il seminatore uscì a seminare. Mentre seminava, una parte cadde lungo la strada; vennero gli uccelli e la mangiarono. Un’altra parte cadde sul terreno sassoso, dove non c’era molta terra; germogliò subito, perché il terreno non era profondo, ma quando spuntò il sole, fu bruciata e, non avendo radici, seccò. Un’altra parte cadde sui rovi, e i rovi crebbero e la soffocarono. Un’altra parte cadde sul terreno buono e diede frutto: il cento, il sessanta, il trenta per uno. Chi ha orecchi, ascolti»
Parábola del sembrador
(Mt 13,1-9)
Ese mismo día salió Jesús de la casa y se sentó junto al lago. Era tal la multitud que se reunió para verlo que él tuvo que subir a una barca donde se sentó mientras toda la gente estaba de pie en la orilla. Y les dijo en parábolas muchas cosas como estas: «Un sembrador salió a sembrar. Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda; pero, cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron. Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron. Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se había sembrado. El que tenga oídos, que oiga».
Siede Gesù, come fanno i rabbini. Siede perché sa insegnare, perché vuole condurre, perché sa dove portare. Siede perché vuole restare, non fugge come fanno i tanti opinionisti che ci illudono per poi rintanarsi nelle loro luccicanti vite private. Resta, sta, spiega, condivide. Senza paroloni, senza alzare la voce, senza usare argomenti raffinati, senza sottolineare le distanze, senza sbattere in faccia la sua conoscenza. Usa esempi che tutti possono cogliere, usa le parabole. *Davanti ad una parabola si resta liberi*, possiamo coglierne il significato profondo, lasciarci scuotere oppure tenerla come un simpatico aneddoto. La parabola è uno strumento efficace: usa immagini concrete, non concetti astratti ma nasconde un mistero, una morale, un insegnamento che può toccare nel profondo chi ascolta. E, nello stesso tempo, non aggredisce. Se Gesù avesse detto: _state ascoltando male la Parola di Dio, non siete capaci!_ Avrebbe mortificato e offeso chi gli stava di fronte. Ma la parabola del seminatore è efficace: chi ascolta si interroga sul suo modo di accogliere e di ascoltare il seme della parola che Dio semina con generosità nei nostri cuori. *(Oggi santi Gioacchino e Anna, nonni di Gesù; auguri a tutti i nonni)*
Paolo Curtaz
Se sienta a Jesús, al igual que los rabinos. Se sienta, ya que sabe enseñar, porque quieren conducir, porque sabe a dónde llevar. Sienta porque quiere quedarse, que no huye como los muchos expertos que nos engañan y luego esconderse en su vida privada relucientes. Es, dice, acciones. Sin grandes palabras, sin levantar la voz, sin necesidad de utilizar argumentos refinados, sin señalar las distancias, sin chocar con la cara de su conocimiento. Utilice ejemplos que todo el mundo puede comprender, parábolas utilizadas. Delante de una parábola queda libre, podemos captar su significado profundo, vamos a sacudir o mantenerlo como una anécdota divertida. La parábola es una herramienta eficaz: Use imágenes concretos, no conceptos abstractos, pero esconde un misterio, una moral, una lección que puede tocar el oyente profunda. Y, al mismo tiempo, no ataca. Si Jesús hubiera dicho: usted está escuchando mal la Palabra de Dios, no eres capaz! Él mortificado y ofende a los que se enfrentó a él. Pero la parábola del sembrador es eficaz: preguntas de los oyentes en su camino para acoger y escuchar a la semilla de la palabra que Dios siembra generosamente en nuestro corazón.
Paolo Curtaz
