La mujer y el obispo
Érase una vez una mujer que hablaba con Dios, y Dios hablaba con la mujer. Cada día, la mujer hablaba con Dios, y Dios hablaba cada día con la mujer.
Se enteró el obispo, que llamó a la buena mujer y le dijo:
- ¿Es verdad que usted habla con Dios?
- Sí, hablo con Dios.
- ¿Y Dios habla con usted?
- Sí, Dios habla conmigo.
Entonces el obispo le dijo:
- Pues bien, esta semana yo confesaré mis pecados a Dios y le ruego que, cuando usted hable con Él, le pida que le cuente mis pecados y venga después a explicármelo a mí. Así sabré si es verdad o no que ested habla con Dios.
Al cabo de una semana, la buena mujer volvió a ver al obispo, y éste le preguntó:
- ¿Ha hablado con Dios?
- Así es, constestó la mujer.
- ¿Y le ha pedido que le dijera mis pecados?
- Sí se lo he pedido.
- ¿Y qué le ha dicho Dios?
- Que se le habían olvidado.
“Regálame más cuentos con salud” de J.C.Bermejo